LIBRO «LA MAESTRIA DEL AMOR» extracto

Publicado 4 marzo, 2013 por Ana Maria Peña

«Existen millones de mujeres y de hombres y cada una de estas personas es única. Pues bien, de entre todas ellas, alguna será una buena pareja para ti y otras no lo serán en absoluto. Es posible amar a cualquiera; pero para tratar con una persona a diario necesitarás a alguien cuya forma de entender la vida sea más próxima a la tuya. Esa persona no necesita ser exactamente como tú; bastará con que ambos seáis como una llave en la cerradura: una unión que funciona.

Necesitas ser sincero contigo mismo y sincero con todas las personas. Proyecta lo que sientes que eres verdaderamente y no finjas ser lo que no eres. Es como si estuvieses en un mercado: te vas a vender a ti mismo y también vas a comprar. Para comprar quieres ver la calidad del género. Y por lo tanto, a la hora de vender, es necesario que les muestres a los demás lo que tú eres. No se trata de ser mejor o peor que otra persona; se trata de serlo que eres.

Si ves lo que quieres, ¿por qué no arriesgarte? Pero si ves que no es lo que quieres, ya sabes que vas a pagar por ello. Después no vayas por ahí llorando y diciendo: «Mi amante me trata mal» cuando tú mismo lo veías tan claro. No te mientas a ti mismo. No inventes en la gente lo que no tiene. Este es el mensaje. Si sabes lo que quieres, descubrirás que es exactamente igual a la relación que tienes con tu perro, sólo que mejor.

Mira lo que tienes ante ti; no te ciegues ni finjas ver lo que no está ahí. No niegues lo que ves sólo para conseguir una mercancía cuando la mercancía no se adapta a tus necesidades. Cuando compras algo que no necesitas acaba en el trastero. Lo mismo ocurre con una relación. Evidentemente, puedes tardar años en aprender esta dolorosa lección, pero es un buen comienzo. Si eres capaz de empezar bien, el resto será más fácil porque podrás ser tú mismo.

Quizá ya hayas invertido una cantidad determinada de tiempo en una relación. Si decides continuar manteniéndola, te será posible volverla a iniciar aceptando y amando

a tu pareja tal y como es. Ahora bien, lo primero que tendrás que hacer es dar un paso atrás. Tendrás que aceptarte y amarte a ti mismo tal y como eres. Sólo amándote y aceptándote a ti mismo, sencillamente como eres, te será posible ser y expresar lo que eres. Eres lo que eres y no hay más. No necesitas fingir que eres otra persona, porque cuando uno finge ser lo que no es, siempre acaba fracasando.

Una vez que te has aceptado a ti mismo sencillamente como eres, el siguiente paso consiste en aceptar a tu pareja. Si decides estar con una persona, no intentes cambiar nada de ella. Haz lo mismo que con tu perro o con tu gato, permítele que sea quien ella es. Tiene derecho a ser quien es; tiene derecho a ser libre. Cuando inhibes la libertad de tu pareja, inhibes la tuya propia porque tienes que estar ahí para ver lo que tu pareja hace o deja de hacer. Pero si de verdad te amas a ti mismo, nunca renunciarás a tu libertad personal.

¿Eres capaz de ver las posibilidades que ofrece una relación? Explóralas. Sé tú mismo. Encuentra a una persona que se adapte a ti. Arriésgate, pero sé sincero. Si funciona, sigue adelante. Si no funciona, entonces hazle un favor a tu pareja y a ti mismo: márchate; permite que se vaya. No seas egoísta. Ofrécele la oportunidad de descubrir lo que realmente quiere, y a la vez, ofrécetela a ti mismo. Si no va a funcionar, es mejor mirar en una dirección distinta. Si no eres capaz de amar a tu pareja tal como es, debes saber que hay alguien que sí lo hará. No pierdas tu tiempo y tampoco le hagas perder el suyo. Eso es respeto»

extracto de «La Maestría del Amor».

yael@para
lasclavesdelaluz

Deja un comentario